Las familias de acogida de la Asociación La Sonrisa de un Niño-Málaga se encargan de que estos menores mejoren su salud durante estas vacaciones en la provincia
Ellos no vivieron la catástrofe nuclear de Chernobyl, acaecida en el año 1986, aún no habían nacido, pero sus vidas están marcadas por este ataque contra la humanidad de magnitud inabarcable. Unos quince niños, de entre 7 y 17 años, procedentes de las zonas de Bielorrusia afectadas por la radioactividad pasarán unos días de vacaciones en nuestra provincia, gracias a la solidaridad de la Asociación La Sonrisa de un Niño-Málaga.
“Nuestro objetivo es mejorar la salud de los niños procedentes de las zonas afectadas por la radioactividad, mediante la estancia en España, de al menos un periodo de 40 días al año, durante el cual podrán reducir sus niveles de contaminación, saneando sus organismos y mejorando su sistema inmunitario”, explica la vicepresidenta de este colectivo, Almudena Armentia.
Este colectivo, presidido por Estebina Martos, está formado por familias acogedoras y desde el año 1997 dan respuesta a los niños afectados por un desastre nuclear que cumple su treinta aniversario. Estos niños bielorrusos llegaron el 27 de junio y estarán en Málaga hasta el 29 de agosto y durante su estancia se someterán a reconocimientos y tratamientos médicos.
“Estos niños mejoran mucho cuando están aquí”, afirma Armentia. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) argumenta que por cada mes que los niños estén fuera de la zona contaminada, pueden prolongar su esperanza de vida entre 12 y 18 meses.
Por ello, por segundo año consecutivo, explica la vicepresidenta de La Sonrisa de un Niño, las clínicas Baviera y Gross Dentistas se encargarán de la salud oftamológica y bucodental de estos menores, de forma que estos pequeños serán sometidos a estas revisiones médicas. “No tenemos forma de agradecerles lo que están haciendo con ellos, porque desde luego es un gran esfuerzo económico para la clínica, ya que nuestros menores tienen importantes problemas oculares y bucodentales”, agradece Armentia.
Pero no todo será mejorar su estado de salud. “También procuramos que sean aquí muy felices y que disfruten de nuestro clima, nuestra cultura, nuestra gastronomía, intentando darles mucho cariño, amor y afecto”.
Los quince pequeños ya han visitado el Museo del Automóvil y de la Moda de Málaga, han participado en un ruta de senderismo gracias al grupo de senderistas ‘Las rutitas de los domingos’, que cada año organiza un paseo exclusivo para estos menores. También han estado en el estadio y el museo del Málaga C. F y el mes de agosto se vislumbra cargado de aventuras y actividades veraniegas.